Cada Viernes Santo a las 3:00 p.m., el Médano Blanco, en el desierto de Sechura, se convierte en el escenario de un fenómeno inexplicable que ha desconcertado a viajeros y pobladores por generaciones. Se dice que en esa hora sagrada, coincidente con la muerte de Cristo según la tradición cristiana, se abre un misterioso “encanto”: un portal invisible entre el mundo real y el espiritual. Quienes han estado allí afirman haber experimentado visiones, luces, voces y desorientación, como si el médano tuviera vida propia. Esta leyenda no solo mezcla lo sobrenatural con la fe, sino que también refuerza el respeto sagrado hacia este impresionante paraje natural. Conoce todos los detalles de uno de los relatos más inquietantes del folclore sechurano.
🕒 El enigma del Viernes Santo y la hora del encanto
Entre los mitos más sobrecogedores que envuelven al Médano Blanco —ese coloso de arena que se alza majestuoso en el desierto de Sechura— hay uno que, generación tras generación, se ha mantenido vivo con especial respeto y temor: el que ocurre cada Viernes Santo a las 3:00 de la tarde, la hora exacta en que, según la tradición cristiana, Jesús murió crucificado.
En este día sagrado, los pobladores aseguran que el médano adquiere una energía distinta, como si se activara un umbral invisible entre el mundo real y el espiritual. Cuentan que justo a las tres en punto se oye un estruendo profundo, similar al desgarramiento de la tierra, seguido de una leve pero perceptible vibración del suelo. Quienes han estado en la cima en ese instante describen un aire denso, difícil de respirar, y una sensación de desorientación que les recorre el cuerpo como una corriente.
Es en ese preciso momento cuando ocurre lo que llaman "el encanto". Se cree que se abre un portal místico, una grieta invisible entre dimensiones. Algunos testigos afirman haber visto figuras brillantes, luces que surgen del interior de la arena, o incluso voces susurrantes que llaman por el nombre a los visitantes. La tradición popular dice que si respondes al llamado o sigues esas luces, puedes quedar atrapado entre mundos.
Lo más inquietante, sin embargo, son los relatos de quienes aseguran haber despertado en un lugar distinto al que estaban, sin recordar cómo llegaron allí ni qué sucedió durante ese lapso de tiempo. Otros afirman haber caminado sin rumbo por horas, atrapados en una especie de bucle ilusorio, como si el médano los hubiera hipnotizado.
Debido a estos testimonios, muchas familias sechuranas transmiten una advertencia clara: nadie debe permanecer en el Médano Blanco a las 3:00 p.m. del Viernes Santo. Si escuchas el estruendo, es porque “la tierra ha abierto su boca invisible” y está lista para engullir a los desprevenidos. Por eso, cada año, incluso los más escépticos prefieren no desafiar la hora del encanto.
Esta leyenda, mezcla de fe, misterio y sabiduría ancestral, ha trascendido como un símbolo del profundo respeto que los pobladores sienten por este paisaje natural, cuya belleza y enigma siguen cautivando a locales y forasteros por igual.
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