Dijo que cuidan estos ecosistemas debido a la biodiversidad que albergan, pues a los manglares de Vice, entre los meses de setiembre a mayo, llegan las aves migratorias procedentes de Norteamérica, que en su ruta hasta la Patogonia. Estos manglares comprenden una extensión de 100 kilómetros. Las aves hacen una parada en este lugar en busca de alimento y reposo.

Destacó el aporte de la Municipalidad de Vice para la conservación de los humedales y el equipo de intérpretes ambientales (jóvenes y adultos), para que sirvan de guías de turismo.
En educación ambiental, trabajan con los ecoclubles en las escuelas, a las cuales también implementan. Mónica Alzamora espera que estos lugares sean reconocidos como espacios de conservación y cuenten con el apoyo nacional, ya que solo hay iniciativas locales y vecinales. Indicó que el estado actual de los humedales es adecuado, pero tienen amenazas de los residuos sólidos, porque el relleno sanitario de Sechura no es adecuado.
Fuente: El Tiempo
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